La salud es la mentira que te llevaras al ataúd. El impulso de tus sentidos para evitar la decrepitud. Dedicas tu vida a cuidarla y mi mimarla intentando ocultar la única verdad certera de la vida entera, esa verdad que nos asusta, que nos persigue. Creemos que si no la mencionamos o no pensamos en ella dejara de existir, tratamos de enriquecernos para matarla y es ella la que nos mata. Huimos de ella entre potingues, dietas milagro, salvación, religión…pero ella siempre está ahí. El paso de la Parca es inmutable nunca acelera y nunca se detiene, llega cuando debe hacerlo y no se rinde. Es el arma contra la que luchan los ricos y poderosos buscando la eterna juventud, la inmortalidad del poder absoluto, pero el paso de la Parca es inescrutable, tarde o temprano te llevara y te convertirás en un pasajero más del navío de Caronte.
Es por eso que debemos buscar algo que llene tu cabeza y satisfaga tus sentidos, no solo llenar la nevera y actuar como si la Parca no existiera; la salud es la virtud del que no espera morirse. La vida es corta, es absurda y absorta, te la dan vacía cuando naces y lo único que debe importar es lo mucho o poco que la hayas llenado cuando te visite la Dama del Alba, pero no de riquezas, sino de sentimientos, de recuerdos, de acciones, de conocimientos, de hechos, ya que al fin y al cabo es lo único que te acompañara al final de tu viaje.
Vivir es despertar, regresar, llorar, soñar, ver y no ver, querer y no poder, caer, alzarse, saber e ignorar, despertar en la oscuridad, hablar sin palabras, no destacar, aborrecer, amar y dejar de amar, ser amado y dejar escapar, ver morir y saber que vas a morir, trabajar sin saber por qué ni para qué, entregarte, acariciar lo más pequeño, no esperar nada a cambio, sonreír ante la adversidad, dejar que la belleza te abrace, oír y volver a oír, contradecirse, esperar como si fuera la primera vez, enredarse en lo que no quieres, desear por encima de todo, confiar, rebelarse contra todos y contra sí mismo, dejar hacer y, sobre todo, mirar al cielo…
Y todo eso para que nadie te lo cuente después de la muerte…
Y sí, sé que el estar vivo es relativo con tener o no que irse, pues si alguien piensa en uno, uno existe.
Buenas Noches y Buena Suerte.
El Sol de enero 